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Decorar una habitación de tu casa siempre se vive como un pequeño acontecimiento.

La armonía de los colores, el ambiente, el tamaño de las paredes, el estilo de decoración, los deseos, todo debe estar perfectamente alineado para dar a la habitación calidez y una agradable sensación de bienestar y serenidad.

Cuando se trata de la decoración, cada detalle es importante. Los muebles deben disponerse teniendo en cuenta el volumen de la habitación. Las paredes se cubrirán con papel pintado o pintura, cada color tiene su propia importancia y significado: el azul es relajante, ideal para un dormitorio. El naranja aporta buen humor y es un color excelente para una zona de juegos infantil. Para la cocina y el salón, elige colores beige, gris antracita y neutros para no recargar el ambiente.

Si quieres aportar un elemento decorativo importante para realzar tus muebles, te recomendamos unas bonitas cortinas fluidas, algunas plantas verdes y cuadros.

El cuadro es un objeto decorativo que vestirá elegantemente sus paredes, dándoles un toque de dinamismo y refinamiento.

¿Cómo elegir un cuadro de Buda para tu decoración interior?

El cuadro de Buda es un “must have” de la decoración moderna. Se puede declinar en varios formatos: pequeño, grande, tríptico…

El cuadro de Buda está pintado con colores generalmente suaves: ocre, dorado, beige, rosa, gris y va perfectamente con una habitación de inspiración zen.

Para elegirlo, hay que tener en cuenta su tamaño, por supuesto, pero también lo que desprende.

Un Buda representado tumbado o meditando no tendrá el mismo significado que un Buda riendo.

Además de su tamaño y representación, sus colores son importantes. El cuadro debe estar en perfecta armonía con los tonos de tu interior. El Buda puede ser un elemento decorativo de contraste, pero hay que tener cuidado de que no distorsione el ambiente de la habitación.

Por ejemplo: en una oficina pintada con colores vivos para aportar alegría y dinamismo, sería buena idea colgar un cuadro de un Buda riendo que transmita buen humor en lugar de un Buda contemplativo.

¿Qué representa un cuadro de Buda?

El Buda es un personaje de la cultura hindú que suele ser representado como un hombre meditabundo que busca alcanzar la trascendencia.

Pero hay varios tipos de Buda: el Buda meditador, el Buda sentado, el Buda reclinado…

Incluso su fisonomía puede variar según los artistas. Es bastante común ver a Buda en forma de hombre más bien delgado, pero también hay Budas bien de carne y hueso riendo o meditando. También es posible encontrar niños Buda.

Provienen de muchas culturas asiáticas diferentes: el Buda Zen o Buda Shakyamuni es el más común.

También encontrarás el Buda tailandés o birmano, símbolo de la sabiduría y la plenitud, el Buda tibetano o el regordete y risueño Buda chino.

Si bien es objeto de un culto muy extendido e importante en Asia, en Occidente, Buda pierde su connotación religiosa y se relaciona más con una corriente de pensamiento que aboga por el zen, la conciencia plena y una forma de vida más pacífica.

El cuadro de Buda aporta un toque de zenitud, relajación y calma a nuestros espacios vitales y un ambiente más positivo.

¿En qué habitación(es) se puede poner un cuadro de Buda?

Como el Buda está culturalmente bien aceptado en Occidente, no es raro encontrarlo en nuestros salones. En el pasado, era más bien el dominio de los salones de masaje y los centros de yoga.

El cuadro de Buda transforma tu interior en un espacio de calma, serenidad y bienestar en el que es bueno recargar las pilas al final de un largo día, por ejemplo.

Por lo tanto, se puede instalar en varios lugares de su casa.

  • El baño por ejemplo representa un lugar de limpieza, purificación y aseo. Este lugar es muy apreciado para relajarse y desconectar. Para que coincida con el ambiente de la habitación, recomendamos un cuadro de Buda con elementos acuáticos (cascada, guijarros, fuentes…)
  • En la sala de estar. Este es el lugar ideal para decorar con un cuadro de Buda. Es muy fácil elegir la pintura en función de los colores de su espacio vital, así como de la energía que desea transmitir.

Un Buda de colores vivos dará un ambiente dinámico mientras que uno más suave aportará descanso y calma, como el cuadro de estatua de Buda en el bosque.

  • En el dormitorio. Colgar un cuadro de Buda en un dormitorio puede ser arriesgado. En efecto, el dormitorio debe ser un lugar de aprovisionamiento, de calma para un sueño reparador.

Un cuadro mal elegido desprenderá demasiada energía que puede bloquear el acceso al sueño.

  •  En un rincón de lectura/bienestar. Al igual que el baño, si tienes un pequeño rincón para ti en tu casa, el cuadro de Buda encontrará su lugar. Crea este rincón de lectura y bienestar en tu imagen.

¿Podemos poner un cuadro de Buda en la habitación de un niño?

Por la misma razón que aconsejamos el cuadro de Buda en un dormitorio en general, no recomendamos colgar uno en la habitación de un niño.

Más allá de la energía que transmite el cuadro, los niños tienen mucha imaginación y el rostro de Buda puede impresionarles (sobre todo si es especialmente realista).

Te sugerimos que evites colgar un cuadro de Buda en cualquier habitación.

La pintura de Buda es, por tanto, una parte crucial de la decoración zen o asiática. Es adecuado para casi cualquier habitación de tu casa.

Para ir aún más lejos en la zenitud, ¿por qué no unir tu cuadro de Buda con un entorno de feng shui que permita que las energías adecuadas fluyan hacia el lugar correcto?