Mostrar filtros

¿Sueñas con un lugar armonioso y zen para vivir? ¿Qué pasaría si diseñaras tu casa según los principios del Feng Shui?

El Feng Shui es una filosofía milenaria que tiene sus orígenes en el taoísmo. Nacida en China, esta filosofía se basa en las 5 energías que nos rodean: fuego, agua, madera, metal y tierra. Estas 5 energías están vinculadas por el Yin y el Yang, y por el Chi, que es la energía que recorre y vincula todos los elementos del universo. El arte del Feng Shui, que se traduce literalmente como “el estudio del viento y el agua”, es el arte de armonizar su espacio vital para promover su bienestar y salud.

Un interior Feng Shui se centra en la posición adecuada de todo para que el Chi (poderosa energía positiva) pueda fluir libremente. Además de la disposición de los objetos en la habitación, las características del Feng Shui pueden participar en este ambiente y difundir la armonía deseada en el lugar.

¿Cómo elegir correctamente un cuadro de Feng Shui para su decoración interior?

Para elegir correctamente tu cuadro de Feng Shui, necesitas entender cómo organizar los espacios y lugares. Es la armonía entre el Yin y el Yang lo que permite que el Chi fluya libremente en su interior. Es esta armonía la que te ofrecerá el capullo de suavidad y serenidad con el que sueñas.
Para una buena circulación del Chi (ni demasiado rápida para que no se filtre, ni demasiado lenta para que no se bloquee) es necesario introducir una parte, más o menos importante, de cada uno de los 5 elementos básicos. Estos elementos son introducidos por los materiales, pero también por los colores.

Un cuadro de Feng Shui debe aportar los colores o los materiales que tu interior necesita.

  • Madera: Sus colores son el marrón y el verde. Representa la salud y la vitalidad, pero también la abundancia con la riqueza y la prosperidad.
  • Fuego: Sus colores son el rojo, el naranja, el rosa, el amarillo y el morado. Representa la pasión. Es un elemento fuerte. Ayuda a conseguir su objetivo. Difunde una fuerte energía.
  • Agua: Sus colores son el azul y el negro. Representa la calma, la pureza, la frescura.
  • Tierra: Sus colores son el beige y el amarillo. La tierra representa la estabilidad y la protección.
  • Metal: Sus colores son el blanco y el gris. Representa la precisión, la claridad, la exactitud y la eficacia.

¿Qué representa un cuadro Feng Shui?

Un cuadro de Feng Shui responde a los 5 elementos. Está relacionado con el agua, la madera, el fuego, la tierra o el metal. Su imagen es zen, tranquila y relajante. A veces se le puede dar un toque de color más vivo (rojo o amarillo) para añadir una mayor energía al lugar. Este sería el caso, por ejemplo, al lado de tu escritorio.

El Feng Shui tiene su origen en la observación de la naturaleza y el principio de interdependencia entre todas las cosas que la componen.

Nuestras cuadros de Feng Shui se inspiran en esta observación de la naturaleza. Te invitan a la meditación y a la contemplación.
El agua es un elemento importante. Aporta calma y serenidad. Cuando fluye (como una fuente), permite que el Chi se difunda en la habitación. Un cuadro Feng Shui que represente una cascada y una montaña, un arroyo o un pez moviéndose en el agua puede aportar energía positiva a tu hogar.

La tierra y la madera pueden encontrarse en imágenes de flores, árboles o bosques. Dan a tu hogar una sensación de estabilidad y prosperidad.

Pero sobre todo, confía en ti mismo. El Feng Shui utiliza símbolos. Hay que evitar la representación de un animal salvaje para crear un ambiente relajado y zen. Pero si un cuadro te tranquiliza y representa para ti la calma y la serenidad, tiene su lugar en tu casa. Una imagen de Buda o un Aum (u Om) pueden aportar el estado de ánimo positivo y tranquilizador que buscas si tienen ese significado para ti. Deja que tus emociones te guíen para crear el ambiente y el interior que te conviene.

¿En qué habitación(es) puedes poner un cuadro de Feng Shui?

Tu cuadro de Feng Shui puede encontrar su lugar en cualquier habitación de la casa. Sólo tienes que respetar la armonía de tu habitación y la energía que le es propia.

El salón, por ejemplo, es un lugar para relajarse, reunirse o compartir. A veces es tranquilo, a veces está lleno de energía. Puedes elegir un cuadro que refleje estas diferentes energías con una base zen, en colores pastel. Añadiendo algunos detalles más vivos (como velas o un objeto de color rojo) puedes dejar que la energía fluya por la habitación.

Por el contrario, el dormitorio es un lugar de intimidad. Evita los colores vivos que aportan demasiada energía y no favorecen el sueño. Escoge una imagen que esté en consonancia con tu intimidad personal o de pareja. Sin embargo, para evitar que su Chi gotee, evita las representaciones de agua por encima de su cama.

¿Podemos poner un cuadro Feng Shui en la habitación de un niño?

El dormitorio de un niño es un espacio propio. En su habitación, un niño duerme, juega, aprende, descubre, descansa en paz… Es un lugar de vida por derecho propio.
Una habitación infantil Feng Shui responde a todas estas energías.
A la hora de elegir su pintura, concéntrese primero en los colores. En la habitación de un niño, son preferibles los colores suaves. Si quieres añadir colores vivos, deben ser pequeños toques.

Su cuadro de Feng Shui debe tener un simbolismo tranquilizador. No debe asustar a tu pequeño cuando se ilumina con una luz nocturna.
Por último, como en cualquier habitación, evita el tema del agua.

Aparte de estas pocas pautas, déjate guiar por tus sentimientos. Haz caso a tu intuición y confía en ti para componer la habitación más relajante para tu hijo.